Esta semana nuestra amiga MONICA, desde su blog NEOGEMINIS nos hace la siguiente propuesta juevera un tanto improvisada: escribir lo que surja.
Así que con tema libre en esta ocasión y como siempre con libertad de estilo, si es posible preparar un relato con un límite de 350 palabras.
AQUÍ podréis encontrar el resto de relatos participantes.
"LA OTRA JAVIA"
Imagen: Pixabay
No suelo tener fiebre, nunca recordaré que me pasó aquella tarde noche febril. Llevaba quince años trabajando de ayuda a domicilio. Un trabajo que aún no estaba clasificado cuándo estabas en el paro. Muchos profesionales de esta titularidad, sabíamos que con el tiempo estaríamos en el listado de sanidad. Entonces me daba igual, tenía trabajo.
Una tarde me pidieron por privado atender a Javia, lo que quedaba de tarde y noche. Yo era quien la conocía, por atenderla tres horas a la semana en horario de mañanas. La familia pagaba. La señora había vivido en un estatus social alto.
Cuando llegué ya estaba casi vestida, algo arreglada para un paseo de veinte minutos. Manoseando el joyero de sus baratijas, dónde la única joya valiosa era un collar de perlas “majóricas”, eligió un anillo, dos brazaletes de piedras minerales diminutas, un “no me olvides” que fue un regalo de soltera de su único novio, y cómo no, el collar de perlas, para ella su mayor capricho, que le regaló Josito, como ella llamaba a su José. ¡Estás guapísima! Pronunciaba en ese recuerdo.
Como solía contentarla, le alcancé el espejo de mano. Se remiraba, con una sonrisa pícara se contemplaba, se creía ella en la primavera de su vida, me comentaba a veces. Me entretuve un poco más, sabiendo que no íbamos justas al señor Rogelio. A mi tonta pregunta de cómo se veía:
— ¡Maravillosa! —me soltó, en una rápida respuesta— y eso que me voy simplemente con mi sobrino del alma a comer.
—No Javia, mañana es la comida, hoy es una cena.
De repente, frente a mí una Javia irreconocible. Me asusta su transformación, su distorsionada voz, ronca, amenazadora... Me acojono, y los cambios continúan: los pelos erizados, los ojos desorbitados, la luz ambiental pierde su luminosidad… ¡¡Oscuridad total!!
Ver solo luz sobre ella, acentúa mi malestar. Estira sus brazos hacia mí, alcanza mi bata blanca no abotonada del todo, insiste en tenerme agarrada, habla pero no reconozco su voz como la habitual. Su poderosa mirada, su fuerza, el empeño de no soltarme…
Dos semanas después pedí cambio de usuaria.
Fina
En el blog EL VICI SOLITARI estamos de ANIVERSARIO,
si quieres saber lo que tenemos preparado este verano para ti,
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Con una paciente asó de loca, sería muy difícil no perder la calma. Bien escrito. Un fuerte abrazo a ambas, amigas
ResponEliminaJa,ja,ja... que suerte la mía, nunca me cruce con semejante personaje.
EliminaSin duda una situación de gran tensión, hasta para una gran profesional! Has retratado muy bien la escena, es como si uno estuviera en ella! Gracias por participar Fina! Un abrazote de tu compi Marifelita!
ResponEliminaEl trabajo cuidadora a domicilio, te encuentras en medio de historias, a través de esos usuarios de muchas experiencias vividas. Diria yo, libros habiertos, dejante historias muy variantes, y enriquecedoras .
Elimina¡Que miedo! Pensar que vas a cuidar una cándida viejecita y te encuentras con la reencarnación del diablo.
ResponEliminaBesos, Fina.
M. Cristina
No me extraña que pidiera el cambio, hasta yo he sentido pánico mientras lo leía. Vaya con la anciana, qué horror. Muy bueno. Un abrazo
ResponEliminaEs un trabajo no muy grato el cuidar a una persona, sobre todo cuando esa persona tiene síntomas de locura, un relato muy bien llevado, hasta el punto que al final me pegué un buen susto con la reacción de la anciana.
ResponEliminaUn abrazo.
PATRICIA F.
Siento que el final te haya asustado Patricia! Jaa, ja! Me alegro que te haya gustado! Un abrazote!
EliminaUfff tremendo caso le tocó asistir, no es un trabajo fácil sin duda! Muy bueno el relato! Besos por ahí!!!
ResponEliminaQué horror, estaba un poco demente ¿No?
ResponEliminaCon mucha maestría has logrado meternos frente a esa Javia que se transforma ante nuestros ojos a través de tus palabras. Muy bien logrado el efecto. Un abrazo, fina y muchas gracias por participar
ResponEliminaNo sabes lo que te vas a encontrar en ese tipo de servicios a domicilio. Es espeluznante el final.
ResponEliminaEnhorabuena.
Que inquietante la experiencia de la protagonista.
ResponEliminaUn abrazo.
creoo que algunas personas debido a sus apuros y problemas se aferran a otras que les dieron una ayuda. Dan miedo.
ResponEliminaLa mente es una maquinaria compleja que aún nos queda mucho por aprender y desgranar sus misterios! Un abrazote Jose!
EliminaEl trabajo de cuidadora conlleva mucha responsabilidad y no está suficientemente valorado. Buena aportación. Un abrazo!
ResponEliminaEstoy de acuerdo contigo Lady_p! A menudo no tienen todo el reconocimiento que merecen! Un abrazote!
EliminaEso te pasa por llevarle la contraria a las usuarias...
ResponEliminaPara otra vez, se come por la noche y se cena al mediodía. ¿ qué más te dará a ti?😝
Abrazooo
Madre mía hay esos trabajos son terribles, yo no podría, te vuelven loca.
ResponEliminaBesos.
Sin duda hay que ser de una pasta muy especial para poder hacer un trabajo como ese! Un abrazote!
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