Con motivo de los Carnavales, la música invade las calles y las casas de todos los aficionados a esta maravillosa fiesta. Vamos a quedarnos con la excusa de la música para escribir una historia sobre el Jazz.
Puede ser la música que ambiente la historia, el protagonista un músico de este género, una canción o artista conocido para su desarrollo, que el escenario donde tenga lugar la historia sea un club de Jazz, o un concierto, un ensayo o una reunión de amigos aficionados. O incluso un instrumento podría ser el protagonista de la historia.
AQUÍ podeis encontrar el resto de relatos participantes:
"LA BANDA"
Quedan pocos minutos para que empiece el concierto. Con la impaciencia del público deseando que salga la banda y comience el espectáculo. De entre la espesa niebla artificial que invade el escenario, se distinguen unas oscuras siluetas bajo la tenue luz de los focos. Se prepara cada figura en su lugar delante de su micro y se reencuentran cada uno de ellos con sus instrumentos que les esperan para empezar a tocar.
Se oyen los primeros acordes de una ya conocida melodía para todos. El público empieza a aplaudir y silbar mientras la ruidosa e imponente batería, con su sonido tribal hace que todos agitemos la cabeza al mismo ritmo. Ese retumbe ancestral que rebota dentro de nuestro pecho nos une como si se tratara de un solo ente.
El tímido contrabajo en su rincón, sin levantar casi la vista de sus manos mientras se deslizan rápidas por el largo traste y marca el ritmo con sus acordes, que hacen que no podamos evitar mover los pies a su compás.
El saxo arranca, como siempre, robándole el protagonismo, con sus excéntricos y caóticos compases imposibles de seguir. También cuando nos regala un solo virtuoso que con sus agudas notas pinchan nuestros tímpanos como agujas.
El concierto transcurre mientras el piano oye como sus composiciones ingeniosas cobran vida en el escenario, después de tantas horas en el estudio lidiando entre distintas melodías y haciéndolas encajar con las letras del resto del grupo.
El vocalista anuncia que será la última canción, pero todos intuyen que habrá un par de temas de regalo. Es momento de disfrutar de los últimos acordes hasta el próximo concierto. Se despiden todos los componentes del grupo agotados pero sonrientes y satisfechos de su concierto y también de su generoso público, que entre gritos, aplausos y silbidos los ven desaparecer del escenario a través de la neblina que los vio llegar de la oscuridad.
Regresas a casa y por el camino tu mente no puede dejar de recordar las melodías que has ido escuchando durante la noche. Ves pasar por tu lado a otros fans que comentan contentos el espectáculo, aunque tú no puedes evitar estar algo melancólica pensando en lo que tardarás en volver a escucharlos en directo.
Ya en casa, mientras te quitas la nueva camiseta de la banda y te pones el pijama aun notas en el silencio de la noche, esos pitidos en tus oídos que gracias al insistente clarinete, continuaran unas horas acompañándote.
Estirada en la cama, al cerrar los ojos y apoyar la cabeza en la almohada es cuando vuelve a tu mente esa voz que te susurra al oído tus canciones favoritas y te guiña un ojo cómplice, esperando que vuelvas a reunirte con él en su próximo concierto, en el Montevista Jazz Club.
Marifelita
AQUÍ podeis encontrar el resto de relatos participantes: