Para el VadeReto de este mes de Septiembre, desde el Blog JACSNET/ACERVO DE LETRAS, conjuntamente con el Blog EL TINTERO DE ORO, nos proponen este interesante reto doble:
Consiste en escribir un microrrelato protagonizado por un escritor desesperado por su falta de inspiración que se encuentra un Tintero De Oro con un mensaje grabado: «pídeme un deseo y lo verás por escrito», aunque este contrato tiene una letra pequeña: «pero todo tiene un precio», por lo que quien pida el deseo deberá atenerse a las consecuencias.
AQUI podreis acceder al resto de relatos participantes:
¿DÓNDE ESTÁN LAS MUSAS?
No es la primera vez que me pasa. Puedo pasarme horas delante del ordenador sin saber que escribir, aunque nunca es con la mente en blanco, al contrario, todos mis personajes se pelean por salir. Dos de ellos lo han conseguido.
Estefanía Guerra, psicóloga y escritora aficionada y el comisario Carrera, inspector especializado en personas desaparecidas.
—Comisario, es urgente ¡Tengo que encontrarlas ya!
—Señora Guerra, yo busco personas. Hasta ahora, nunca me habían propuesto buscar musas. Tengo entendido que deben ser ellas las que nos encuentran.
—Sí, eso dicen: “Que las musas te encuentren trabajando”. Pues no es verdad, se lo aseguro. Ya va un mes que lo intento, y nada.
—Bien, pues empiece por describírmelas ¿Cuantas me ha dicho que son?
—Nueve en total. Pero no me hacen falta todas, me conformaría con que encontrase a tres. La más importante es Calíope. Es muy hermosa y elocuente. Habla muy bien y tiene una voz preciosa. Dicen que siempre lleva una tablilla y un estilete. Pero supongo que ya los habrá cambiado por una tablet y un puntero.
—La descripción de su aspecto físico es muy ambigua. Chicas guapas y con voz agradable, hay muchas. Lo de la tablet y el puntero, puede ser un detalle importante.
—Siento no poder enseñar ninguna foto.
—Veremos lo que puedo hacer. Siga, por favor.
—Otra es Melpómene, a esta la distinguirá por su expresión apesadumbrada, alguien que teniéndolo todo, se siente desgraciada. Porta una máscara luctuosa.
—¡Ah, claro! Esta es la musa de la tragedia. Sí, creo que la reconoceré si la veo.
—Y por último Talía. Siempre está sonriendo y también acarrea una máscara, pero de apariencia alegre, como ella misma.
—Efectivamente, la de la comedia. De acuerdo. Y cuando las encuentre ¿Qué les digo para que las necesita?
—Es para el reto literario de un blog. Fíjese: Un escritor desesperado se encuentra un tintero de oro con un mensaje: “Pídeme un deseo y lo verás escrito”. Pero no se acaba ahí. Al final hay una coletilla en letra pequeña que dice: “... pero todo tiene un precio”. Pues eso, que tenía que escribirlo con 250 palabras y de momento ya me paso de 380 y ellas sin aparecer... ¡Ayúdeme, comisario Carrera!
Maria Cristina García Carrera
Muy gracioso, sobre todo al final... Dejaban las dos opciones, o sea ya sea verdad o mentira esa parte final, ambos tenían encaje en el reto de este mes.
ResponEliminaMas que un relato ha sido una descripción de como estoy últimamente. Besos
EliminaTe ha quedado un relato muy simpático, pero para meterlo en 250 palabras necesitarías un martillo, más que un comisario. Mejor que se quedé este como está y esperar que las musas tengan capacidad de síntesis para hacer otro.
ResponEliminaBuen relato.
La culpa es de las musas, que siguen sin aparecer.
EliminaNi musas ni a nadie, tu solita has construido un relato genial con final estupendo, a mi me ha gustado mucho, Un abrazo
ResponEliminaGracias, me alegro que guste.
EliminaUn relato bien ingenioso, me ha sacado una amplia sonrisa.
ResponEliminaAlgo poco elaborado, pero divertido. Gracias.
EliminaMuy bueno tu relato, me ha gustado mucho, saludos.
ResponEliminaPATRICIA F.
Gracias por leerlo y contestar.
EliminaEncantada de saber de nuevo del Inspector Carrera y tambien de la escritora Estefanía Guerra! Je, je! Y es que cuando los personajes son entrañables es difícil olvidarlos! Un abrazote Cris!
ResponEliminaY lo que van a dar de si esos personajes. Ya deben estar rumiando cual será la próxima. Besos.
EliminaMuy simpático el relato.
ResponEliminaEs lo que pretende. Entretener un poco. Gracias.
Elimina¡Hola! ¡Qué bueno! Un relato muy "irónico" con el inspector buscando a las propias musas para escribir este relato, jeje, muy bueno.
ResponEliminaUn abrazo. :)
La ironía que no falte nunca. Un abrazo.
EliminaPues al meterlo entre las participaciones sin límite de extensión, nos has regalado un precioso caso detectivesco, con un inspector colaborando en la búsqueda de las musas para completar el relato. ¡Muy gracioso sobre todo el apuro de la Señora Guerra y sus vagas descripciones de las buscadas!
ResponEliminaUn abrazo. Marlen
Hay un germen de gran idea para un relato.
ResponEliminaHabiendo un comisario implicado, podría surgir una historia con cruce de géneros, incluyendo el policial.
Que alguien secuestre a las musas y exija un rescate para liberarlas. Se supone que son inmortales, pero eso no garantizaría el que puedan escapar por si mismas.
Al no poder salir del encierro, no podrían inspirar a quienes las necesitan. Incluyendo a quienes necesitan de la elocuencia. Al ser presionada para resolver el caso, el comisario pediría ayuda a Estefanía Guerra, psicóloga y escritora, alguien que tiene alguna idea sobre las musas.
Muy bien escrito. Un abrazo.
¡Vaya, vaya! Nada más leer tu comentario, ya sé quien se ha quedado con todas las musas. Abrazos.
EliminaNo es mala forma eso de apelar a la ayuda de tus propios personajes. Yo no caí en la cuenta, pues podría haberlo hecho con algunos de los personajes que han pasado por mi mentes y mis letras, pero seguro que no habrían querido colaborar, los muy desagradecidos. Me habrían dicho que me apañara y que intentara hallar, como mis colegas participantes en el reto, el tintero mágico, cosa que no logré, ja, ja, ja.
ResponEliminaUn abrazo..
A los personajes hay que hacerles un poco la pelota. Y decirles que les van a leer y recibir comentarios agradables como el tuyo. A lo mejor así...
Elimina¡Hola! Un relato muy simpático y original. Me ha gustado mucho esa búsqueda de las musas de forma policíaca, dando sus nombres y descripciones. Por cierto, muy buena esa modernización de la musa Calíope, con su tablet.
ResponEliminaYo también creo que en este relato hay una gran idea que puede inspirar a una historia más larga sobre esta búsqueda mitológica, mezclada con el género policíaco y de suspense, sin perder de vista el humor.
Gracias por participar en el reto. Un abrazo.
Pues me voy a empezar a pensar eso de seguir con la trama. Gracias.
EliminaSiempre es deleitoso el toque metaliterario. Además de mezclar realidad y mitología. Muy amenos los diálogos. ¡Gracias y un saludo!
ResponEliminaMe alegro que guste. Los diálogos es cosa de ellos, de esos personajes, ya viven por su cuenta. Un abrazo.
EliminaJa, ja,ja : ) Me has hecho sonreír. Resulta que el reto lo cumples porque lo incluyes al final... pero de una manera completamente novedosa. Aparecer, aparecieron...
ResponEliminaMuy bueno!
Un abrazo
Se trataba de eso, de hacer algo divertido. Gracias por tu comentario.
ResponElimina¡Qué bueno! Un ejercicio de Metaliteratura, o como se diga, en el que te sirves como inspiración las propias bases del reto. Una idea brillante y desde luego un aporte distinto que enriquece el microrreto. Creo que el final es una clara demostración de que finalmente las musas fueron encontradas o bien un ejemplo de aquello de hacer de la necesidad virtud. Fantástico y redondo micro. Un abrazo, M. Cristina!
ResponEliminaDesconocía el término de "metaliteratura", ahora ya sé que es. Gracias.
EliminaHola, María Cristina.
ResponEliminaUn relato muy divertido e ingenioso. Muy distinto a toda la tragedia que acarrea nuestro tintero "maldito".
Curioso que tu psicóloga-escritora necesite a las musas para controlarla en su escritura, en lugar de impulsarla. Mente fértil y dedos diestros.
Me han hecho gracia los nombres de los personajes: ¿una escritora dando Guerra y un comisario a la Carrera?
Una participación muy original. Muchas gracias.
Dado que como escritora tienes problemas con la efusividad de tus letras, te recomiendo que te pases de vez en cuando por el VadeReto, allí no tenemos límite de extensión. 😜😊
Un Abrazo.
Realmente, para la mayoría no ha sido una suerte encontrar el tintero. Estefanía Guerra, se puede considerar una de las pocas afortunadas, total, por escribir unas pocas palabras de más. Por supuesto que voy a ir colaborando, de vez en cuando, al vade reto. Gracias.
EliminaMuy bueno, Cristina. A falta de musas, ingenio e inteligencia natural salteadas con humor y maestría. Genial.
ResponEliminaUn saludo.
Hay que buscar alternativas. Me alegro que te haya gustado.
Elimina¡Hola Cristina! Muy bueno introducir el reto para el que estás escribiendo dentro de la historia que nos cuentas en el relato. Te ha quedado como resultado un relato muy divertido y original.
ResponEliminaUn saludo.
Cuando las musas se resisten, hay que buscar alternativas (creo que ya lo he dicho antes). Gracias por leer y comentar.
EliminaMuy original combinar el propio reto con la difícil búsqueda de las musas. Un saludo
ResponEliminaAl final, hemos de entender que son ellas las que nos encuentran. Gracias.
EliminaHola `María Cristina pues las musas no estarán pero te ha quedado un relato muy majo. Un saludo.
ResponEliminaEstaban escondidas. Son así de caprichosas. Gracias por el comentario.
ResponEliminajajajaja Divertido NO-relato jajajaja.
ResponEliminaGrcaias, M. Cristina, por este buen rato.
Un Saludo.
Ese es el motivo, divertir un poco. Gracias.
EliminaHola Cristina. Un relato divertido y ameno, que hace de la propia convocatoria del reto su trama, en busca de la inspiración y de las musas. Sería interesante saber donde se esconden finalmente, aunque yo apostaría por el interior de la cabeza de la autora. Creo que si te hubieras dejado llevar podías haber escrito mucho mas que esas 380 palabras. Muy buen aporte. Un abrazo.
ResponEliminaAhí está el problema, que me es muy difícil resumir un relato y que siga teniendo sentido. Por lo menos que sea divertido. Gracias a todos.
EliminaPues yo creo que has resuelto el reto de manera original y simpática, acudiendo a un detective para enmendar el entuerto. Un saludo, Cristina.
ResponElimina