Esta semana nuestra amiga INMA, desde su blog MOLÍ DEL CANYER nos propone un nuevo reto.
El lema central del relato será: Rostro de mujer. Para inspirarnos nos presenta como acostumbra una pequeña colección de fotografías, en este caso en concreto de estupendas y preciosas mujeres. De distintos lugares del planeta, jóvenes y mayores.
AQUÍ podréis encontrar el resto de relatos participantes.
"BEATRIZ"
Imagen: Blog Molí del Canyer
Beatriz, Bea para los amigos, era una mujer tan refinada que parecía no pertenecer a este siglo. Su estilo era como el de una reina ya que su madre se encargó de afincarle bien la idea de que su nombre era de la realeza. Y así vivió hasta los ochenta y cinco años.
Vivía en Turó Park, por suerte para ella, su esposo gozaba de buen estatus social, eso contribuyó más a su porte.
Yo entré como su cuidadora ya que en sus últimos años necesitaba asistencia. Era una maravilla entrar en su habitación, un lecho enorme con dinteles, cojines, almohadones... todo de color blanco. Ella se despertaba, desayunaba en la cama y se ponía a leer libros y más libros por espacio de dos horas. Acto seguido quería levantarse, ayudada por supuesto, y se dirigía a un gran armario el cual abría. Allí estaba la ropa de su marido ya fallecido, la olía, la besaba y le daba las gracias por tanto amor como había recibido por parte de él.
Un día, paseando toda bella, notó que un señor muy elegante la seguía. Ella muy coqueta alargó el paseo pues era muy guapo. El corazón se le salía el pecho, la ilusión en aquellos momentos le trasladaba a cuando conoció a su Gabriel.
Anduvo más y aquel señor aún la seguía. Por fin llego a la puerta de su casa y el caballero acercándose más a ella le preguntó muy correcto:
—¿Qué es ese aroma?— y ella muy presumida le responde:
—Chanel número cinco.
—Disculpe —le comenta el señor —No, me refiero a la bolsa que lleva de café recién molido, la llevo siguiendo por que es el olor que más me fascina. ¡Buenos dias!
Y de repente pasó a ser de nuevo, la hija de la portera de ese edificio de Turó Park, su belleza se truncó por un paquete de café del tostadero.
María de la O
Hay que ver como puede cambiarnos el ánimo en solo unos segundos, unas palabras que no encontramos acorde con lo que nosotros creíamos que podría ser un admirar de la bella anciana.
ResponEliminaEse saquito de café la regresó a sus orígenes.
Muy feo por parte del" Señor" ... Un besote, feliz semana.
Sin duda la señora Beatriz se tenía en muy alta estima y consideración, y pensó que quizá a su edad aun conservaba los mismos encantos que en la juventud! Competir con el aroma de un buen café y perder la partida le debió sentar fatal a la pobre! Je, je! Un abrazo Campirela!
EliminaDuele leer como la vejez nos transforma y son los recuerdos los que aun nos muestran el pasado. Muy bien contado. Abrazos
ResponEliminaEl tiempo modela a las personas segun las circunstancias vividas, pero hay personas que no se dejan moldear tan facilmente! Un abrazo Ester!
Eliminajajaja Pobre señora toda ilusionada! Pero entiendo al señor también me encanta el olor a café en granos por la mañana... Bello aroma... Me ha gustado tu relato con ese final inesperado jaja Besos por ahi!!!
ResponEliminaLa verdad es que el aroma de café es inconfundible y provocador, y si encima te tomas uno, estás totalmente perdido, resulta adictivo! Je, je! Un abrazo Mari!
EliminaA menudo yo oía de pequeña, que a los hombres se les conquista por el estómago. En este caso, por el olfato. No estaría mal invitarle a tomar un café, después...
ResponEliminaParece ser que no cayó Beatriz en ese detalle, porque ya lo tenía medio conquistado! Un abrazo Cris!
EliminaNo debió de ser así. El café puede tener buen olor, tal vez mejor que su sabor.
ResponEliminaBien contado.
Despues de este episodio, doña Beatriz tendrá en consideración el café y su perfume Channel nº 5, de una manera muy distinta! Je, je! Un abrazo Demi!
EliminaMuy buen relato, simplemente una palabra cómo puede cambiarnos el ánimo.
ResponEliminaMe gusta mucho, saludos.
PATRICCIA F.
Sin duda, las palabras tienen un gran poder y las sensaciones también! Pueden hacer de nuestro ánimo lo que quieran! Je, je! Un abrazo Patricia!
EliminaSeria un cafe muy olosroso o el caballero tenia una nariz mejor que la de un sabueso.... pero el cafe... ah, es bendito. Aunque mejor el channel no 5
ResponEliminaEl señor en cuestión sería todo un "cafetófilo", para pasar por alto la elegancia y fragancia espectacular de doña Beatriz! Je, je! Un abrazo Jose!
EliminaCon lo contenta que iba, se llevó un fiasco tremendo. Volvió de un plumazo a la realidad por ese olor del café tan irresistible. Me encantó. Un abrazo
ResponEliminaEs que un buen café resulta más poderoso de lo que todo el mundo piensa! Je, je! Creo que doña Beatriz ya no lo subestimará nunca más! Un abrazo Nuria!
EliminaUna gran decepción perder la batalla frente al aroma del café. Los delirios de grandeza a veces tumban una voluntad que es más bien débil en el fondo. Y por parte del señor, es todo menos un caballero.
ResponEliminaFelicidades por tu contribución. Un abrazo.
Creo que el señor quiso hacer un comentario elogiando el buen aroma de su café, y calculó mal con doña Beatriz, ella pensaba que los elogios irian destinados a ella misma! Un fallo de cálculo en cualquier caso! Un abrazo Marcos!
ResponEliminaCon la juventud suele acabarse el encanto que abre puertas y conquista en virtud de las apariencias. Por suerte tu personaje tuvo una vida plena en cuyos buenos recuerdos puede refugiarse aún en su vejez. Un abrazo
ResponEliminaLos buenos recuerdos de juventud le haran más soportable la vejez, aunque sean recuerdos verdaderos o no! Je, je! Un abrazo Neo!
EliminaEs que como no sucumbir al olor de un buen café, vamos ni un Chanel número cinco...Gracias por tu aportación, besos.
ResponEliminaHay pocos aromas con tanta personalidad e inigualables como la del café. Nunca he tenido oportunidad de oler el Chanel nº 5, pero tendría que ser muy bueno para hacerle sombra! Je, je! Un abrazo Inma y gracias por tu propuesta juevera de esta semana!
EliminaHay que ver la que se puede armar psicológicamente por no hacer una pregunta bien hecha.
ResponEliminaJajaja, los hombres son la repanocha y las mujeres nos lo creemos todo, jajaja
Je je! Es que los hombres y las mujeres hablan idiomas diferentes!! Ja, ja! Sin duda el uso del lenguaje puede ser muy poderoso, una sola palabra puede desmontarnos!! Un abrazo Tracy!
EliminaWuauu qué final le has dado, qué cambio ... yo que la veía toda una reina en su lecho con dinteles y todo. Y ¡zas! cómo bajó a la realidad en un instante. Qué bonito es soñar. Lo peor es volver a la realidad. Y todo por lo que le dijo ese señor que la seguía jajaja si es que las palabras pueden ser tan potentes ¿verdad? Por cierto... qué rico el olor a café, me encanta. Mejor que la colonia. No me gustan los perfumes.
ResponEliminaMe encantó tu relato, Vici, un placer leerte.
Un abrazo.
Gracias Maria! Pues yo creo que la señora Beatriz se recuperará enseguida de este revés dialéctico que ha sufrido y en breve volverá a pasear coqueta por el barrio! Ja, ja! Un abrazo y gracias por leernos!
Eliminabueno la verdad es que esa china no se merecia un pretendiente tan ...soso como ese capaz de ser cautivado por el olor de un cafe recien molido Un abrazo
ResponEliminaSi, Beatriz se tenía por una señora muy sofisticada! Pero con la edad se tiene que aprender a apreciar otro tipo de cosas, bellezas más sutiles! Ja, ja! Un abrazo Rodolfo!
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