Este mes de Abril, desde nuestro Blog amigo EL TINTERO DE ORO, nos proponen el siguiente reto: escribir un relato que contenga espíritus o espiritistas o casas encantadas. Puede ser un relato de misterio, de terror, o simplemente, contar una anécdota al respecto.
AQUI podreis encontrar el resto de relatos participantes:
" LA MANSIÓN"
Cuando vi anunciada la venta de aquella mansión por un precio tan bajo, sospeché algo, de todas maneras pensé que no tenia nada que perder haciéndole una visita. El agente inmobiliario me explicó que pertenecía a un matrimonio que perdió a su único hijo accidentalmente, se cayó de uno de los árboles que rodean la casa, desde entonces se fueron a vivir lejos de aquí, ya hace algunos años, no piensan volver por el mal recuerdo y quieren deshacerse de la propiedad cuanto antes.
Mi primera impresión fue negativa, la dejadez del jardín, una maraña de matorrales espinosos que barraban el paso a una caseta de jardinero, en la que resultó imposible entrar. Sí que pudimos hacerlo a la mansión, aunque hubo que encender la luz porque la hiedra había cubierto absolutamente toda la fachada, incluidas las ventanas.
El interior era espectacular. Una brigada de limpieza había adecentado las estancias lo suficiente como para entrar a vivir de inmediato. El mobiliario de calidad, la decoración elegante, la cocina completa con todos los electrodomésticos funcionales, un cuarto de lavadora, secadora y plancha, el salón y las habitaciones amplias... ¿Qué más podía pedir? Decidí comprarla.
A los pocos días me instalé. Lo primero que hice fue recortar la hiedra que cegaba las ventanas, la luz entró libremente a todos los rincones. Me reafirmé que había hecho una excelente compra.
Guardé mi ropa en los armarios, llené la nevera y me preparé la cena. Después de poner en marcha el lavaplatos, me fui al salón a ver un rato la televisión, hasta que me entró sueño y fui al dormitorio.
Aquella noche pensé dormir de una tirada. Pero apenas una hora después, un ruido, una especie de chirrido, me despertó. Unas sombras, proyectadas desde la ventana, se movían. Paralizada, busqué una explicación... Debían de ser pájaros, quizá murciélagos. Las sombras crecieron hasta ocultar la luna, dejando la habitación en absoluta oscuridad. Al final me dormí, pero no con el sueño reparador esperado, fue una pesadilla de turbadoras imágenes. Penetraba en un bosque, entre árboles de retorcidas ramas que me ahogaban. Yo trataba de escaparme, pero otras hierbas me detenían y me amarraban...
Cuando desperté, no daba crédito... La hiedra volvía a cubrir la ventanas de toda la mansión. ¿Cómo pudo crecer más de un metro en una noche?
Alguna cosa tenía que hacer, iría a comprar algún herbicida potente, pero antes quería intentar entrar en la caseta del jardinero. En el sótano de la casa encontré un pico y una pala.
Con mucho esfuerzo, arranco las raíces de las zarzas, las espinas me hieren, pero no me rindo. Imagino la hoguera que haré con ellas ¡Sabrán quien manda aquí!
¡El ruido! Vuelve ese chirrido desesperante que escuché esta noche... El cielo desierto, sin pájaros, ni siquiera insectos. ¿Entonces?
¡Las zarzas! Vuelven a crecer... Me están rodeando, los árboles extienden sus ramas, me alcanzan... ¡Noooo!
...
Maria Cristina García Carrera
Imagen: Pixabay
Hola Cristina, creo que ningún herbicida podrá con esas hierbas paranormales, esa mansión tiene algo, digna de la casa de los espíritus.
ResponEliminaMuchas gracias por tu participación en el concurso.
Un abrazo. :)
Si las hierbas y árboles se unen para hacer su revolución, ya nos podemos preparar...
ResponEliminaMuy bueno, para leerlo pero habrá que tener cuidado con las casa rodeadas de árboles, algunos son peligrosos. Un abrazo
ResponEliminaCuando la naturaleza decide actuar nadie puede detenerla y en esta caso así lo ha demostrado.
ResponEliminaMuy buen relato, me ha gustado , saludos.
PATRICIA F.
Tienes razón. Y de alguna manera, es lo que está pasando últimamente con el cambio climático.
EliminaUna buena novela.
ResponEliminaLas casas sobre todo las más antiguas, siempre guardan grandes misterios. Todo en si, que nos rodea lo guarda, existen cosas en ocasiones que nos inquietan. Estupendo relato Cristina.
ResponEliminaUn inmenso abrazo.
Las paredes de las casas son testigos silenciosos de lo que ocurre dentro. Si nos contasen lo que han visto...
EliminaEs una situación muy bien descrita, in quietante y con un final de terror.
ResponEliminaUn buen texto, sin dudarlo. Un abrazo
Un abrazo, Paz. Hasta pronto.
EliminaHola Cristina.
ResponEliminaSi la naturaleza se pone en pie de guerra, prepárate porque tienes la partida perdida.
Un abrazo.
Marlen
Pues sí, ya nos podemos preparar. Gracias por leer.
EliminaEstupendo, Cristina. Un relato de tono clásico donde se intuye que algo extraño va a suceder y mantiene muy bien el suspense.
ResponEliminaEs que no son los clásicos fantasmas, pero igualmente terroríficos. Gracias.
ResponEliminaAuténtica pesadilla que has hecho muy visual. Me encantan esos detalles de la hiedra volviendo a crecer; el misterio de las sombras nocturnas; y toda la vegetación contra la protagonista. Es como si ya antes estuviera encantada y por eso el chico muere en el árbol. Muy bueno, tremendamente original. Felicidades!
ResponEliminaUn abrazo :)
Lo has captado muy bien. El niño muere por caer de un árbol, parece un accidente, pero no lo és, los antiguos propietarios lo saben.
EliminaParece que la hiedra se ha combinado con algo sobrenatural, logrando un efecto inquietante y letal.
ResponEliminaUn abrazo.
Lo vegetales no dejan de ser seres vivos, y como cualquier animal que se vea en peligro, quizá algún día pudieran reaccionar en defensa propia.
EliminaHola Cristina menudo miedo da, muy bien escrito y resuelto. Un saludo.
ResponEliminaDa miedo, sí. Suerte que se queda en el papel. Gracias.
EliminaHola! Una buena poda nunca viene mal, pero...tener que podar todos los días!!! Menuda casita la que se ha comprado. Buen relato. Besos Santi
ResponEliminaElla no se iba a conformar con podar, quería comprar un herbicida ¿Crees que las plantas lo iban a permitir?
EliminaPuede ser que las plantas son sensibles a las energias de gente muerta en accidentes o que quedaron atrapados en esencia de fantasma. Es mejor cortar esas malezas de dia segun veo.
ResponEliminaMás bien, puede ser que las plantas defiendan su existencia sobre la casa y el jardín y que no toleren intrusos. Era de día que ella se puso a arrancar las zarzas del jardín, pero es cuando los vegetales, a diferencia de los fantasmas, están más activos.
ResponEliminaDe saberlo, jamás habitaría una casa donde hubiese ocurrido algo tan tremendo como la muerte accidental de un niño. Tu protagonista fue demasiado temeraria :))
ResponEliminaSAludos
El accidente, parecía realmente un accidente, algo que puede ocurrir en cualquier lugar. Cualquiera se puede caer desde un árbol y nadie piensa que la culpa sea del árbol. Pero por lo que ocurre después... Ya no queda duda. La Mansión era barata, por alguna cosa. Gracias por tu opinión.
EliminaBueno... Pues a poner la casa en venta de nuevo.
ResponEliminaPlantas 2 - Humanos 0
💐
Pues sí, que remedio. Aunque ya creo que, ni regalándola van a colocarla. Je, je.
EliminaHola Cristina , muy bien contado toda la trama, esa hiedra era asesina y no quería que nadie estuviera en la casona.
ResponEliminaLas hiedras son un verdadero suplicio para los jardineros, por mucho que las arranques si llueve , vuelven aparecer son una plaga que lo invade todo allí por donde nacen.
Un abrazo
Puri
Es la obligación de todo ser vivo, seguir vivo el mayor tiempo posible. En la naturaleza todos competimos por la vida.
EliminaMuy bueno Cristina. El terror vegetal es peor que el animal. Las mata callando y nadie sospecha de él.
ResponEliminaY la casa puede volver a venderse. Nadie se va a enterar y madre va a sospechar de la hiedra.
Besazooo y suerte en el concurso
No sé que pasará con la casa. Pero la hiedra, las zarzas y los árboles no se van a rendir. Gracias y besos.
EliminaMuy inquietante, convertir lo natural en terrorífico. Suerte, enhorabuena.
ResponEliminaLo más simple, puede estar lleno de misterio. Gracias.
EliminaCualquiera a quien de niño también le hayan hecho disfrazarse de Adán, vestido únicamente con dos hojas de hiedra estratégicamente ubicadas, se unirá gustoso a mi para hacerle una breve visita a esa mansión.
ResponEliminaYo llevo el bidón de gasolina.
Una historia entretenida! Abrazos!
Ufff, qué agobio, no quiero ni pensar que mis enredaderas crecieran así!! Buen relato Cristina!! Un abrazo!
ResponEliminaEs solo ficción... Espero. Je, je.
EliminaMama mía, qué relato más intenso. En vilo me ha tenido, sobre todo desde que se empiezan a oírse los chillidos. Y el final, para correr del lugar y no parar. Claro que el protagonista no pudo hacerlo. Uf, qué terrible. Una muy buena propuesta para el Tintero.
ResponElimina¡Un abrazo!
En la guerra entre las zarzas y ella, ganaron las zarzas. Gracias.
EliminaHola, Cristina. Me ha inquietado tu relato. Solo imaginarme rodeado de hiedra que me envuelve con aviesas intenciones... me agobio. Suerte en el concurso. Un saludo.
ResponEliminaGracias. Todos los relatos que se han presentado son interesantes. Va ha ser muy difícil elegir los que hay que votar. Enhorabuena.
EliminaDicen que mala hierba nunca muere y tu relato lo corrobora. Me encantaría saber el origen de ese crecimiento tan rápido y si de verdad fue un accidente lo del hijo de los primeros propietarios.
ResponElimina¡Suerte en el Tintero!
Un abrazo.
Hola, Cristina! Es la primera vez que te leo. Me gustó mucho el final en el que logras recrear la atmósfera asfixiante que debió sentir el protagonista atrapado por la vegetación. Muy bueno.
ResponEliminaUn abrazo
Hola, María Cristina! Qué bueno el final dejando al lector con una miel en los labios que ya sabe al vaticinio que le espera al personaje. El ambiente es otro punto a destacar. La historia aterra y eso es muy complicado de conseguir.
ResponEliminaUn fuerte abrazo y mucha suerte
Hola, M. Cristina. No te has ido por las ramas con este relato, para nada. Lo que parecía una historia de fantasmas se convirtió en una pesadilla y la vegetación como una gigante planta carnívora se engulle a los inquilinos que compran una mansión tan atractiva como barata; una oferta que no se puede rechazar.
ResponEliminaA saber la de veces que habrá sido vendida esa propiedad sin dejar rastro los compradores de esa mansión maldecida.
Saludos y suerte.