Este mes estoy de aniversario.
Hace 2 años que conocí al grupo literario “El Vici Solicitari”
en un taller de escritura creativa, y me enganchó de tal forma que me incorporé
al grupo y desde entonces no consigo dejar de escribir.
Durante todos estos meses en el taller, sigo aprendiendo cada
semana infinidad de cosas de cada uno de mis compañeros. Y es que somos un
grupo curioso y variopinto.
No me cansaré nunca de daros las gracias por acogerme tan
bien en vuestro grupo desde el primer día y descubrirme este vicio que es la escritura.
Foto: Marifelita
Para celebrarlo os comparto uno de los primeros ejercicios que
nos plantearon en el taller. Crear un relato con 17 palabras escogidas al
azar y en un tiempo récord de 20 minutos. ¡No estuvo nada mal para empezar!
Y aquí está el resultado de semejante reto:
"EL ACCIDENTE"
Foto: Marifelita
Me desperté. Abrí los ojos lentamente. En ese momento no sabía dónde estaba. Poco a poco mi cabeza se fue despejando y empecé a recordar.
Me encontraba dentro del coche, en el arcén de la carretera, desde donde podía divisar el mar. Esa tarde había salido precipitadamente de casa. Tenía que recoger a los niños donde su padre y llevarlos a un pueblo cercano. Un circo extranjero iba a actuar y estaban como locos, deseosos por asistir a la función desde hacía semanas.
No era habitual en mí, pero esa tarde pisé el acelerador a fondo, con tan mala fortuna que, en una curva, un neumático salió disparado, lo que hizo que perdiera el control del vehículo y acabara desencadenando en un accidente. Estaba tirada en la cuneta, tenía un enorme dolor de cabeza. Debía hacer un buen rato que estaba en el coche inconsciente, el termómetro marcaba cuarenta y dos grados de temperatura. Estaba como asfixiada, y no del calor precisamente.
Abrí las ventanas del coche para poder tomar un poco el aire. Noté el frescor del viento en mi cara y por un momento me sentí aliviada. Solo imaginar que podía haber encontrado la muerte esa misma tarde, no me dejaba respirar. Era una carretera secundaria y antigua, poco transitada desde que habían construido la nueva autovía por lo que no vi pasar ningún coche durante un buen rato.
Cerré los ojos, intenté calmarme y no pensar en nada, respirar hondo y soltar el aire lentamente, y tras unos minutos de relajación, me vino tan solo una última cosa a la cabeza: Circunloquio.
Esa era la palabra que se me resistía esa mañana mientras desayunaba y no me permitió acabar el crucigrama. La dije en voz alta, con una media sonrisa, la oí sonar de forma extraña al salir de mi boca y más lejana aún en mis oídos. La sentí retumbar en mi cabeza.
Y esa fue la última palabra que pronuncié, porque enseguida noté que mis pulsaciones se aceleraban, un pequeño pinchazo en el costado y en el brazo izquierdo un ligero adormecimiento al que yo misma acompañé unos minutos más tarde y en el que me quedé inmersa para toda la eternidad.
Marifelita
Pero eso de circunloquio; que es lo que es?
ResponEliminaLas gracias te las debemos nosotros. ya en aquel ejercicio se notaba que tenías madera, lo que no se veía y que sorprendió a todos fue tanto entusiasmo.
feliz aniversario, amiga
Gracias compañero! Si que es verdad que ha habido un antes y un después en mi vida, tras descubrir ... la palabra Circunloquio! Ja, ja! Besotes a tod@s!
EliminaUna historia que me dejo sin aire, realmente, muy buena.
ResponEliminaQué bueno encontrarte en este nuevo blog, saludos.
PATRICIA F.
¡Muy bueno! La dichosa palabra llegó directa marcando la recta final... sin circunloquios.
ResponEliminaMuy buen llevado. Enhorabuena 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼