Esta semana desde el Blog de nuestra amiga CECY, DESHOJANDO RELATOS, nos proponen un nuevo reto.
La expresión “cuando el diablo mete la cola” significa que una tentación se presenta cuando uno menos se lo espera, y uno debe tomar una decisión o un rumbo a seguir.
En esta convocatoria CECY nos invita a escribir en el formato que nos surja, dejando que ese diablillo meta la cola y nos deje sorprender.
AQUÍ podréis encontrar el resto de relatos participantes.
" CUANDO EL DIABLO METE LA COLA"
Imagen: Pixabay
En la isla de Mallorca, acogedora, brillante y receptiva, catalogada como un paraíso que tanta gente anhela, sufrió Vicentita una gran crueldad.
Vicentita, llamada así desde pequeña, era y sigue siendo una muchacha hermosa de dieciocho años, vivaracha y con sobrada amabilidad para acoger a turistas de todo el mundo. Posee un chiringuito heredado de su padre ya fallecido.
Preparando un cóctel para monsieur Dupont se gira para coger hielo y, en ese descuido, el diablo, que estaba al otro lado de la barra, le echa unas gotas de arsénico a la bebida. Vicentita, sonriente le sirve el cóctel a Dupont y en apenas dos minutos éste cae fulminado al suelo.
El diablo le comenta a Vicentita:
—“No se le puede poner tanto amor, porque si no pronto no cabremos dentro de nuestra “isla bonita”.
Y encima se marchó sin pagar, contento por su xenofobia.
¡Vigilad, cocteleros, el diablo acecha!
María de la O
Este diablo fue un mal turista, el amor siempre es bueno y la natalidad no es muy alta ajjaj.
ResponEliminaUn texto curioso.
Besos.
El diablo tiene el defecto de mirar siempre por sí mismo! Je, je! Un abrazo Campirela!
EliminaY encima se marcho sin pagar jajajjaja humor negro, me encanto. Aunque me lo pensare de ir a visitar la isla bonita.
ResponEliminaGracias por sumarte Maria, un abrazote:)
Cualquiera va ahora a "la isla bonita" con semejante percal! Je, je! Un abrazo!
EliminaUn diablo que conspira contra el amor, haciendo que muera envenenado el potencial enamorado de Vicentita. Una verdadera muestra de maldad. Y además, se fue sin pagar.
ResponEliminaBien contado. Un abrazo.
Lo del amor frustrado duele, pero lo del "sinpa" creo que aún más! Un abrazo!
EliminaVaya con el demonio xenófobo! No me lo esperaba ni se me hubiera ocurrido imaginarlo. Un abrazo
ResponEliminaYa se sabe, del demonio podemos esperar lo peor, y siempre nos quedaremos cortos! No? Un abrazo Neo!
EliminaOstras!!! Vaya con el demonio endemoniado. Será posible que encima no pagase, jajaja. Qué bueno María, no imaginaba un final así. Un abrazo
ResponEliminaTu lo has dicho, endemoniado del todo! En épocas de crisis eso es lo peor que le puede pasar a la camarera, que lo tendrá que poner de su bolsillo! Je, je! Un abrazo!
EliminaMuy bueno, ese demonio hará que no se agote el espacio :-)
ResponEliminaUn abrazo fuerte
Si, yo creo que ahora Vicentita cobrará siempre las copas lo primero, no vaya a ser... Je je! Un abrazo amiga!
EliminaBueno, por lo menos, monsieur Dupont dejó una habitación libre en el hotel.
ResponEliminaMirado así, no hay mal quee por bien no venga, en plena temporada alta! Ja, ja! Un abrazote Cris!
EliminaAhora habrá más turistas aún en peregrinación para ver donde fué vilmente envenenado el enamorado de Vicentita. Creo que no le va a salir bien la jugada al diablo. Hay gente para todo.
ResponEliminaUn arbazo.
Efectivamente, en los tiempos que corren igual tiene un resultado inesperado! El Diablo va como nosotros en estos tiempos , un poco perdido y desfasado! Je, je! Un abrazo!
EliminaMi comentario tuvo que irse como el diablo sin pagar jajaj, te lo dejé ayer y no lo veo, pues aquí va otro, muy bueno. Un besote.
ResponEliminaParece ser que tu primer comentario lo escondió el Diablo, je je! Ahora ya se puede ver! Gracias de nuevo por comentar Campirela! Un abrazo!
EliminaLa maldad del diablo la dejó a Vicentita sin enamorado y seguramente irá a la cárcel porque seguramente nadie le va a creer que el diablo metió la cola.
ResponEliminaUn abrazo.
PATRICIA F.
Es que el Diablo se muestra en formas muy extrañas y caprichosas, y luego la faena es nuestra para convencer a los demás de su existencia! Un abrazo Patricia!
EliminaMe ha sorprendido el relato, pensé que le iba a pasar algo a ella jaja Hay que tener cuidado con lo que uno toma! Besos por ahí!!!
ResponEliminaSi en el fondo el Diablo miraba por Vicentita y no le quería a ella nada malo, pero su capricho no creo que la beneficie nada a la pobre! Un abrazo Mari!
EliminaComo se cunda por las ciudades que empiezan a hartarse del turismo que llegan masivamente en cruceros, verás la que se va a armar.
ResponEliminaJajajja
Pues si porque trabajo no le va a faltar... verdad? Tiene muchos lugares donde actuar y que lo esperarían encantados! Je, je! Un abrazo Tracy!
EliminaEso se llama matar dos pájaros de un tiro. Muerto el turista y encarcelada la dueña del chiringuito. En Galicia ya decimos que no hay que hacer propaganda de los lugares bonitos, que luego se llenan de turistas y se fastidia. Menuda ha armado ese diablo tacaño, que encima se marcha sin pagar... ¡Jajaja!
ResponEliminaEs que es verdad que el Turismo lo carga el Diablo! Je, je! Es la otra cara del turismo, que solo lo ve quien lo sufre, supongo! Un abrazo MJ!
EliminaPero entonces Vicentita se cargó a Dupont?
ResponEliminaIrá a la cárcel y no vendrá ningún turista, ni siquiera pocos y el diablo no podrá tentar a nadie.
Abrazooo
Pero Vicentita volverá, porque le rebajaran la condena por tan buena labor en la cocteleria de la cárcel, y , ya de vuelta servirá a los clientes con tanto amor y dulzura, que el arsénico se volverá dulce y el smbiente se hará irrespirable a todo el que albergue maldad en su corazón.
ResponEliminaEs que en 350 palabras no podía poner todo esto.
Un abrazo, Gabilisnte
Cielos...comprobaré mis "estrella galicia" antes de engullírmelas en los baretos. Qué barbaridad. Cómo está ahora el diablo. Soy Santidepaul
ResponEliminaEfectivamente uno tiene que ser cuidadoso con lo que bebe y con quien se lo bebe! Je, je! Un abrazo Santi!
Eliminapobre DuPont. que querría el diablo? una muerte con clase? un coctel diferente.. y no pago vicentita... un coctel mortal.
ResponEliminaSin duda un cocktail mortal para el señor Dupont! Quien iba a saber que Vicentita tenía a semejantes amistades acechando! Je, je! Un abrazo Rodrigo!
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