Cada jueves, un relato: Tema – “Tres de Diez”

Para el reto juevero de esta semana nuestra compañera  NEOGEMINIS   desde su blog nos propone un reto un tanto diferente.

El reto consistirá en escribir un microrrelato de no más de 350 palabras, y a partir de un listado de 10 elementos, intentar incluir en tu historia al menos 3 de ellos.

Tengo que confesar que entendí mal la premisa del reto desde un principio. Y cuando fui a subir el relato en el blog para compartir el enlace con Neo, vi la lista de 10 elementos que inicialmente no había visto, por lo que modifiqué parcialmente el relato para cumplir los requisitos. ¡Je, je! ¡Que despiste! Más abajo os dejo el resultado.

AQUÍ podréis encontrar el resto de relatos participantes.

"TRES DE DIEZ"

Nunca he sido un hombre demasiado devoto. Podría decirse que más bien he sentido siempre a Dios como el mayor de los farsantes, aunque mis padres intentaron inculcarme todo lo contrario.

No he sido tampoco el mejor de los hijos. Mis padres han intentado dármelo todo, y yo en cambio, se lo he agradecido con grandes dolores de cabeza y preocupaciones, una detrás de otra.

Con deciros que ahora mismo me encuentro en la cárcel debido a algunos negocios turbios que no supe gestionar demasiado hábilmente, y aunque no me siento orgulloso, ahora ya es tarde para arrepentirse.

Llevo demasiado tiempo en la cárcel para evitar pensar en ciertos actos que harían sonrojar al más casto de los creyentes. Mi comportamiento aquí dentro dista mucho de ser ejemplar, pero uno tiene que sobrevivir. Mi larga estancia en prisión no solo hará que no me rehabilite de mi mala vida y acciones anteriores, sino que aquí dentro he aprendido lo peor de los peores.

Hace unos días recibí la visita de mi abogado, que trajo con él un documento inesperado. Se trataba de un acuerdo que me propone una rápida salida de la cárcel si colaboro con la policía. Si tengo que chivarme o mentir y colgarle el muerto a otro, no dudaré en hacerlo, si con ello consigo ser libre de nuevo y seguir con mi vida. Y cuando esté fuera, tengo muy claro cual será el paso siguiente y mi objetivo. Quienes me metieron aquí lo pagarán muy caro.

Así que solo me faltan tres de los diez mandamientos que mis padres intentaron enseñarme sin éxito, para poder decir que he quebrantado todas las normas. Me temo que romperé de nuevo la promesa que les hice. No mentiré diciendo que ha sido una decisión difícil. No lo puedo evitar, siempre he sido un rebelde y no me van las prohibiciones. Además, no puedo resistirme a un buen reto ni a ninguna provocación. Así que, a por los tres que me faltan.

Marifelita